Un hombre debe hacer que
sus palabras y sus actos
concuerden. Si tus acciones
describen un sistema de
perversas consecuencias,
deberás ser juzgado por
esas consecuencias y no
por tus justificaciones.
Un hombre debe hacer que
sus palabras y sus actos
concuerden. Si tus acciones
describen un sistema de
perversas consecuencias,
deberás ser juzgado por
esas consecuencias y no
por tus justificaciones.