Saludos,
Continuando con nuestros artículos referentes a la enseñanza en esta ocasión enfocando el refuerzo positivo junto a la disciplina.
Estamos en una época en que los niños continúan criándose sólos. Donde ni padres ni profesores pueden hacerse cargo de una mínima educación. En este caso incluyo también a los maestros porque están coartados de actuar, deben limitarse a tan sólo impartir la clase y a lo mucho pedir de favor al representante del niño se preocupe del hijo, nieto, o representado.
Y por otro, los padres, quienes al vivir dentro de este sistema se ven obligados a trabajar de 6 de la mañana hasta las 8 de la noche, de lunes a sábado inclusive domingo, entonces se da la situación de que no conocen a sus hijos, tampoco pueden o podrían enseñarles porque en estas nuevas generaciones los padres poseen casi nulos conocimientos.
En este caso, luego de años de ser padres tutores de dos niños puedo decir que los primeros años de escuela son duros puesto que ellos necesitan de una guía constante en su día a día, para generar en ellos un orden y sistema que vienen de la mano con una disciplina adecuada para el grupo familiar.
Se debe organizar un horario, por ejemplo, al realizar todos los días la tarea a la misma hora. En el bus, o mientras cocinan, o cualquier otro momento repasar vocales, abecedario, números, secuencias, sumas, restas; 10 o 20 minutos, no necesitan horas. Al permitirles una organización y hábitos positivos se genera en ellos una psique equilibrada, en donde puedan desarrollarse como ser seres humanos conscientes.
Hay que añadir a esto que existe un refuerzo positivo en la enseñanza ya que muchas veces los niños no quieren hacer las tareas, no quieren aprender, es normal, pero si hay que buscar una manera de lograr que lo realicen con lógica e inteligencia.
En este punto recalco, los niños deben ser criados como un ser vivo, podríamos copararlo con el crecimiento de una planta, necesitan atención, afecto y cuidados constantes. Aquí hay que enfatizar en un punto, y es que hay que tener paciencia con el niño; mucha paciencia ya que el proceso de formación toma varios años en el que se trabaja con la mente, cuerpo y espíritu del hijo, ya que no hay que moldearlo, hay que sacar lo mejor de éste y permitirle construir su propia vida.
Pero nuestros hijos también necesitan límites, estos que hoy por hoy no existen. Junto a los límites viene el refuerzo positivo, porque ellos deben entender que si bien pudiesen conseguir todo lo que quisieran, hay cosas que no son necesarias ni útiles. Repetirles palabras como: "eres inteligente", "verás que si puedes", entre otras son frases muy adecuadas para los niños. En ocasiones una golosina, un paseo, algo que los estimule y que mantengan un real interés de continuar aprendiendo. Hacerles participar de las actividades de la casa, si es posible del trabajo de los adultos, que escuchen lo que los padres realizan.
Actualmente la influencia del medio (internet, televisión, radio, periódicos, libros basura) no ayudan a centrar una atención en lo importante. El abuso de la publicidad -en muchos casos agresiva - desvía la atención de lo importante; inclusive los adultos están sumerjidos en la manera de actuar que ésta indica.
Cuando el estudiante está en los últimos años de escuela ya es autónomo casi en su totalidad. Entonces durante el colegio, inclusive universidad apenas si necesita del tutor. Entonces, el tutor tiene menos trabajo que realizar porque ya ejecutó la parte más dura durante la niñez del hijo. Pero hay que recordar que es un ente único, que siempre necesita de la cercanía a un grupo familiar y los conocimientos y fortelezas de los padres y abuelos.
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